Iremos a?
Siempre hay que ir a algún sitio.
No sé si será allí alegre la vida.
Quizá esté todavía en pie, en el muelle,
la Aduana.
Y los depósitos
con los tablones de madera húmeda recién cortada.
Quizá sólo queden escombros y ortigas,
ruinas donde se escondan los niños que ya fueron.
Los tranvías, con sus pértigas centelleantes,
no saldrán más que de los sótanos,
de los patios traseros de nuestra memoria.
Iremos a?
Siempre hay que ir a algún lugar
Y si los padres ya no están,
¿quién nos ofrecerá dinero para gastar en los cafés?
Quizá todavía quede en pie el mercado.
Las verduras sobre el empedrado,
la caza recién abatida como un Arco Iris,
los moluscos pellizcando el vacío inmóvil.
Allí estará el pavo real cuyas plumas abanicaron el imago.
El fuego sobre la torre y un águila que vuela hacia el cielo.
?Para no ir a parte alguna? de César Antonio Molina.
