"Hay delirios que sólo pueden tener lugar en una biblioteca".
Félix de Azúa rescata en "Nuevas lecturas compulsivas" la pasión por los libros que ha marcado su vida, un recorrdio emocional que constituye una segunda biografía, la de papel, de uno de los escritores más originales, brillantes y cosmopolitas de la literatura española.
Los poemas de Hölderon, Byron, Eliot o Gimferrer; las novelas de cervantes, Victori Hugo, henry James o Euvgenia Ginzburg; los ensayos de Montaigne, Orwell, Steiner o Sánchez Ferlosio, entre otros, transcurren en paralelo con las vivencias del autor, en un viaje cargado de ironía y deslumbramiento. El repaso a los grande escritores que han construido la memoria colectuva de Occidente alerta sobre la incertidumbre de un tiempo, el presente, que abandona el reposo de la lectura fascinado por la vacuidad de Internet.
El mapa iterario de Azúa huye del cánon, su guía es subjetiva, atafa sólo a la belleza y la sonoridad del lenguaje. "El papel lleva consigo la voluptuosidad suprema del lenguaje. Lenguaje que es música, amor y gozo de os muertos y de los vivos, de nuestro inacabable pasado y de nuestro esquivo presente".
Un texto provocador y lleno de pasón por los libros, una enfermedad contra la que no hay vacuna. Félix de Azúa busca la complicidad con el lector y le contagia su entusiasmo. Porque nunca hay que dar por perdida la batalla de la lectura.