Violenta y pornográfica, la novela de Vian busca herir la sensibilidad del lector para dar mayor virulencia a su alegato antirracista. Una lectura loca y trepidante.
Publicada en 1946 bajo pseudónimo, consiguió irritar profundamente a la sociedad francesa, y fue prohibida por ultraje a la moral y a las buenas costumbres.