Este libro ofrece treinta y una piezas breves que van desvelando alguna de las múltiples facetas de la compleja y difícil relación de la Polonia moderna con su pasado judío: la necesidad de ocultarse, el aislamiento, la negación de los orígenes. Sin juzgar ni compadecer, con imparcialidad y distancia, el autor logra que la verdad de las distintas voces se haga oír y resulte aún más turbadora.