Gaitskill nos presenta las vidas de hombres y mujeres que se entrecruzan en relaciones de poder conflictivas y ambiguas, en la crueldad y la intimidad más profundas, para hablarnos de la adicción a las drogas, el trabajo sexual, la curiosidad, la desesperación y el deseo. Hay encuentros sexuales de todo tipo: desde secretarias que se someten a juegos masoquistas con sus jefes, hasta veterinarios insatisfechos que se enamoran de prostitutas intelectuales. El tono despiadado de estos relatos nos pone entre la espada y la pared, forzándonos a abandonar nuestros prejuicios para disfrutar del desenfreno de los personajes y dejarnos arrollar por la fuerza de la trama.