Como sobrino de Virginia Woolf, Quentin Bell disfrutó de una cercanía e intimidad inusuales en un biógrafo. Gracias a ellas diovida a uno de los mejores trabajos biográficos del siglo XX, con el que iluminó la existencia de un mito de la literatura universal. Con la ayuda de valiosos documentos que se mantuvieron inéditos hasta la publicación de este libro, Bell dibuja un retrato único en el que combina el humor con el rigor histórico. Así, nos abre una puerta indiscreta a la infancia de la autora, su matrimonio con Leonard Woolf, las dificultades a las que se enfrentó como escritora y las angustias que sufrió durante sus últimos años. Un clásico de las biografías cuyas páginas conservan intacta la voz de una mujer con el talento que distingue a los genios