Con la ópera bufa "Victoria sobre el sol", cuyas dos
únicas funciones tuvieron lugar a comienzos de diciembre de 1913, vivió la historia de las vanguardias su episodio mítico por excelencia. Resultaba de la
colaboración entre artistas futuráneos para la
integración de los lenguajes verbal, musical y plástico.
Su libreto consta como el máximo exponente de la
literatura en lengua záum, rejuvenecedora del ruso.