Emily Wells, bailarina de formación clásica, convive con una enfermedad crónica que durante años escapó a todo diagnóstico. Con un dolor crónico (erigido en signo de este tiempo), y desde su experiencia personal, Wells explora la compleja relación entre dolor, género y capitalismo, trazando una línea que une a las «pacientes histéricas» del hospital de la Salpêtrière del siglo XIX con los gurús new age de Los Ángeles del XX. Una cuestión de apariencias es una obra de belleza cristalina y aguda perspicacia que cuestiona la comprensión del dolor y del cuerpo enfermo en la cultura contemporánea.
