Durante diez años, cada domingo soleado al mediodía, Txema Salvans ha fotografiado desde el techo de su furgoneta a las personas que se reúnen en el aparcamiento del supermercado Carrefour, en las afueras de Barcelona. Este insólito lugar de ocio, a la vez vacío y absurdo, acoge rutinas prácticas, pausas tranquilas y una silenciosa búsqueda por suspender el tiempo. Con paciencia y constancia, el fotógrafo convierte lo banal en una sinfonía visual que refleja los márgenes del ocio contemporáneo, la vida en la periferia urbana y la poetica escondida de lo cotidiano.