Seducido por un relato de Paul Auster, el director de cine Wayne Wang lo convenció para que escribiera el guión de una película. El resultado, que combina la ascética elegancia de Wang y la inteligente imaginación del «más importante novelista de ideas de nuestros días» (Kirkus Review), es Smoke, premio especial del jurado y Oso de Plata en el festival de cine de Berlín. Protagonizada por Harvey Keitel y William Hurt, cuenta la historia de un novelista, un vendedor de cigarros y un adolescente negro que busca a su padre, en un entramado de destinos cruzados que acabarán por modificarse unos a otros de muy austeriana manera.
Pero Smoke, en un giro también muy propio de Auster, inspiró una segunda película, Blue in the face. Rodada en seis días, también con Harvey Keitel en el papel principal y apariciones de personajes tales como Roseanne, Lou Reed o Madonna, es una comedia absolutamente imprevisible y original, que constituye junto con Smoke un «himno a la gran república popular de Brooklyn».