Mientras su marido, Richard, y sus dos hijos, Wolfgang y Annette, están pasando el fin de semana fuera, Anna, la narradora de esta novela, aprovecha que se ha quedado sola para levantar acta de los meses que transcurren desde el día en que Stella, la hija de una amiga suya de la infancia, llega a su casa, donde vive mientras hace un curso en la ciudad, hasta el momento en que la muchacha sufre un accidente de tráfico y pierde la vida. Empujada a escribir por la culpa que la atenaza por no haberse atrevido a enfrentar lo que estaba pasando delante de ella, Anna da cuenta en su narración, de una forma detallada e implacable, del trastorno que supone la llegada de Stella para la armonía que reina en ese hogar burgués —armonía cimentada en apariencias y silencios— y también de la transformación que sufre Stella en esos pocos meses; pero, sobre todo, deja claro el determinante papel que, por diferentes motivos, tanto su marido como ella desempeñan en el desgraciado final de la muchacha.
Publicada por primera vez en 1958, “Nosotros matamos a Stella” es una novela corta en la que se encuentran condensados los temas y los rasgos de estilo que caracterizan la obra de la austriaca Marlen Haushofer, obra que destaca por su crítica demoledora de la institución del matrimonio y por su denuncia de la opresión de la mujer.