Europa en 1241 se encuentra al borde del desastre. Las hordas mongolas han surgido de lo más profundo de
	las estepas de Asia central y amenazan con aplastar todos los reinos e imperios que encuentran a su paso. Los reinos
	cristianos han ido de derrota en derrota y parece que el fin del mundo se aproxima con cada avance de los mongoles,
	pero un pequeño grupo de guerreros y místicos, pertenecientes a una orden militar están convencidos de que es posible
	detener a los invasores, aunque quizás el arma que deban utilizar no es el filo de la espada sino el poder del
	conocimiento.