Una bella evocación de la infancia que plasma con una extraordinaria sensibilidad el impacto del primer amor y su pérdida.
Después de los aclamados "La guerra de Alan" y "La infancia de Alan", Emmanuel Guibert regresa con "Martha y Alan", donde prosigue con el magnífico fresco sobre la vida de Alan Ingram Cope, su querido amigo norteamericano, que combatió en Francia durante la Segunda Guerra Mundial y se quedó en el país al finalizar la contienda. Emmanuel Guibert lo conoció en 1995 en la isla de Ré y trabó una sólida amistad con él. Una relación fructífera en la que el anciano Alan explica buena parte de su vida al treintañero Emmanuel, que desde 2001, álbum tras álbum, repasa tanto la grandeza moral como la modestia de ese amigo singular.
En esta nueva entrega, Guibert viaja hasta la infancia del protagonista para contarnos su amistad con Martha Marshall, una compalera de la escuela. desda sus juegos de niños de cinco años hasta sus reuniones semanales en el coro de la iglesia presbiteriana, seguiremos los pasos de Alan, la dura experiencia de su orfandad repentina y su vida diaria de chaval californiano de los años treinta, una cotidianidad marcada por la Gran depresión y el avance inexorable de los años. El tiempo va pasando y su relación íntima con Martha se diluye poco a poco durante la adolescencia, hasta perderse sin remedio cuando Alan parte al frente y se consuma la separación.
En "Martha y Alan", una evocación de la infancia cargada de nostalgia, Guibert describe con extraordinaria sensibilidad el impacto afectivo del primer amor y su pérdida. El dibujo suntuoso, a todo color y a doble página, consigue captar la esencia de una América que ya no existe y rinde así el homenaje más emotivo a Alan, un amigo excepcional.