«Mi objetivo al escribir Padre Rico, Padre Pobre, así como los otros libros de la serie Padre Rico, fue responder a la pregunta: ¿Qué nos enseñaron en la escuela respecto al dinero? Sabemos la respuesta: no mucho. En su mayoría, las enseñanzas que nos imparten son obsoletas y no funcionan. Nos enseñaron, por ejemplo, a “ahorrar dinero”. Pero ¿para qué ahorrar dinero si los gobiernos están imprimiendo millones de billetes falsos?».