En las calles del barrio Flores de Buenos Aires una serie de  personajes en situaciones extremas intenta sobrevivir al derrumbe de un país y de sus terribles consecuencias.  Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas 2016. La crisis argentina obliga a un matrimonio mayor a aceptar un empleo  como repartidores de pizzas con horario nocturno. Aldo y Rosita Peyró  recorren las calles de Flores, un barrio de Buenos Aires, como dos adolescentes, dispuestos a plantar cara al desastre económico. En sus recorridos nocturnos ven de cerca las consecuencias directas de  la crisis: delincuencia, familias que duermen en la calle, bandas  juveniles haciendo destrozos, viejos y niños abandonados, borrachos... Entre estos personajes y varias situaciones extremas destaca el  secuestro y posterior asesinato de un niño, Jonathan, reflejo del horror  subterráneo que sacude a toda la sociedad argentina. El caso de Jonathan  es el detonante de una serie de actos corruptos en los que están  envueltos muchos de los amigos que acompañan a Aldo y Rosita en el  reparto. También hay instituciones mezcladas en dicho  asunto, pero tal  vez, aunque a priori parezca absurdo, un convento sea la clave del misterio... La opinión de la crítica y de otros autores:
«Muchos escritores escriben siempre la misma novela, el mismo libro.  Retuercen sus obsesiones por el derecho y por el revés. César Aira es  exactamente lo contrario. Posee una voz inconfundible, un estilo en el  que lo metafísico, lo existencial y lo paródico se combinan en proporciones regulares, pero los mundos de sus libros son tan diferentes que siempre resulta imprevisible.»
Luisgé Martín «Es una suerte para sus lectores que el autor siga escogiendo para su obra el camino menos transitado.»
Patricio Pron, El Boomeran(g) «Lo fantástico de la literatura de César Aira es una noción en extremo fáctica de la realidad, como si observara bajo una lupa la monstruosidad de una mosca que, además, platica sobre su vida breve.»
Leonardo Valencia, Lateral «Hablar de César Aira es hablar de uno de los narradores fundamentales de los últimos treinta años.»
Recaredo Veredas, Culturamas