El rey persa Anuxirván "El Justo" (Cosroes I) mandó a su físico Barzuyeh a la India para que recogiera unas hierbas maravillosas que crecían en aquel país y que se decía que curaban todos los males conocidos. A su regreso, el médico le presentó el monarca una amplia serie de colecciones de narraciones a kas que denominó "hierbas de la sabiduría", pues remediaban efectivamente las enfermedades sociales.
Probablemente, más que ningún otro, el pueblo indio supo servirse de la magia de la ficción para traspasar de generación en generación sus experiencias. Con los cuentos apologales se formó a los príncipes en las labores de gobierno, se inculcó en el pueblo el sentido de las tradiciones, se mantuvieron la religiosidad y los mitos y se condensó la sabiduría de una civilización milenaria.
Esta recopilación de cuentos que aquí ofrecemos -tomados del acervo cultural indio- tratan esencialmente del poder de la mente y de la evolución del espíritu. Lo que pretenden transmitirnos no son lecciones de mera moralidad para vivir en el mundo, sino enseñanzas para trascenderlo.