Cruzando la ciudad de Bruselas, B va en busca de A. Guiados por un intenso deseo y un sentimiento de urgencia, la pareja se encuentra, se forma y quiere darse forma.
La nueva frontera encarna el espíritu de libertad de Blutch, con un estilo gráfico expresionista, desmonta las reglas de la narrativa convencional: rompe la cronología, difumina la geografía y desarma las estructuras lineales. Una historia visualmente hipnótica que mezcla lo onírico y el psicoanálisis para relatar la pasión de un gran amor eterno.