Europa envejece y se despuebla. África rebosa de jóvenes y de vida. Se va a producir una migración en masa. La magnitud y las condiciones de la misma son uno de los grandes desafíos del siglo XXI. África emerge, sale de la pobreza absoluta. En un primer momento, la prosperidad da pie a desplazamientos: proporciona a mas personas los medios para irse. Si los africanos siguen el modelo de otras regiones del mundo en vías de desarrollo, en treinta años habrá en Europa entre 150 y 200 millones de africanos, contra los 9 millones que alberga hoy.
Una presión migratoria de esta magnitud someterá a Europa a una prueba sin precedentes, a riesgo de consumar la fractura entre sus élites cosmopolitas y sus populismos nativistas.