El siglo XIX fue una época de cambios sin precedentes: las ciudades crecieron, una rola tras otra de invenciones dio lugar a monstruosas fábricas y se plantearon grandes retos intelectuales y debates sobre siistemas políticos, religión y, sobre toso, el futuro. En el centro de estas discusiones estaba Marx, quien dedicó su vida a dar sentido a los rompecabezas y paradojas de la nueva era. Sted,am-Jones lo recoloca en su contexto, antes de que emergiera la mitología marxista, y da cuenta de las grandes diferencias entre el propio Marx y su representación en el discurso político.