Un ávido pirata, arrogante y codicioso, es asesinado y luego arrojado al mar. A medida que los animales marinos se le acercan, le quitan joyas, ropa e incluso partes del cuerpo. Pero con cada pérdida, el pirata comienza a cambiar interiormente. Este recorrido bajo el agua se convierte en una profunda reflexión sobre la vida y la muerte, reflejada en la metáfora de los tesoros y la transformación que revela.