Prólogo de Eugènia Broggi
Un conocido escultor catalán recibe el encargo de diseñar y construir una escultura para conmemorar el día de la mujer en la plaza de Sant Jaume en Barcelona. Una vulva de acero de más de seis metros de altura, se convierte en una absurda, divertida e inquietante excusa para ir enlazando historias entre sí para tratar de resolver el misterio del amor.