En este libro, el escritor, periodista, dramaturgo y poeta Alfonso Armada se propone descifrar el misterio de las míticas bodegas Vega Sicilia. Pero «como la carta robada del cuento de Edgar Allan Poe —explica el autor—, el misterio está a la vista de todos, de quien presta atención, de quien se toma la molestia de escuchar. Porque el gran misterio de Vega Sicilia es el tiempo. Como el que se emplea en plantar robles y cuidar que crezcan hacia el cielo y con troncos tersos para que, dentro de setenta años, permitan sacar tablas que se conviertan en intachables duelas, que, bien domadas y tostadas, puedan servir para que un gran vino como Valbuena o Único duerma sin estrés en una buena barrica y continúe haciendo soñar a los que entonces sigan pensando que el vino nos hace creer en Dios o, al menos, decir la verdad».
Este volumen de la colección Blow Up, y que incluye bellísimas fotografías de Luis de las Alas, propone un viaje singular a una de las bodegas más importantes de nuestro país, Vega Sicilia. Un recorrido apasionante a través de conversaciones y entrevistas con las figuras indispensables que conforman su historia, las que cimientan y expanden su prestigio por todo el mundo.
Alfonso Armada (Vigo, 1958) es periodista. Director de la revista digital Frontera D, ha trabajado en El País y ABC: ha cubierto guerras en los Balcanes y África y ha sido corresponsal en Nueva York. Es autor, entre otros, de los libros Cuadernos africanos; España, de sol a sol; El rumor de la frontera. Viaje por el borde entre Estados Unidos y México; Sarajevo. Diarios de la guerra de Bosnia; El Celta no tiene la culpa; Por carreteras secundarias; Cuánto pesa una cabeza humana. Diario de un virus coronado por el miedo; El arte de la entrevista. De David Bowie a Adam Zagajewski y Cuaderno de viaje al país natal. Galicia, la Vía Láctea de la saudade. Ha recibido el premio Francisco de Quevedo de poesía por Fracaso de Tánger y el Ojo Crítico de teatro de Radio Nacional de España por el texto y la puesta en escena de El alma de los objetos (1998) con la compañía Koyaanisqatsi. Durante cuatro años fue presidente de la sección española de Reporteros Sin Fronteras.
