Hace más de 4000 años, los babilonios descubrieron ya las leyes universales de la prosperidad. No obstante, la mayoría de las personas viven sin conocer las claves de la riqueza y, por lo tanto, de la posibilidad de cumplir todos sus sueños y anhelos. Hace casi un siglo, George S. Clason recogió esas lecciones y las vertió en forma de fábulas, cada una de las cuales arroja luz sobre cómo debemos superar aquello que nos impide conseguir nuestras metas. Desde entonces, las parábolas protagonizadas por el escriba Arkad han sido la inspiración para un sinfín de lectores y empresarios.