La manifestación de un tiempo de destrucción. De un
final que se plantea desde tres ópticas. En la primera,
se explora la labor destructiva del capitalismo en el
ámbito del lenguaje. En la segunda, nos hallamos en el terreno de la mercancía, con su retahíla de frases
extraídas de radios, televisiones, periódicos y redes
sociales. En la tercera, el tiempo de destrucción
atrofia asimismo las vidas.