Durante cerca de una década, Sheila Heti registró en sus diarios más de quinientas mil palabras sobre su día a día, sus pensamientos, sus odios y sus amores, sus juicios consolidados y sus ideas efímeras. Y entonces decidió volcar todas esas oraciones en hojas de Excel, reordenarlas alfabéticamente y eliminar todas aquellas que fueran superfluas. El resultado es Diario alfabético, un inteligentísimo experimento literario en el que la autora aparece y desaparece entre sus obsesiones y sus vacíos: el número de veces que menciona a una amiga, la ausencia de determinados términos y la continua repetición de otros, aquello a lo que queda reducida una historia de amor si eliminamos el simple relato cronológico.
¿En qué se convierte el yo si se fragmenta el tiempo? Este insólito libro es un intento de respuesta a esta y otras preguntas, y en la cuidada versión de Sara Barquinero, una hermosa reflexión sobre la identidad y la escritura de mano de dos de las autoras más interesantes del momento.