Estamos perdiendo por completo nuestra capacidad de no hacer nada. Hoy, la existencia humana está completamente absorbida por la actividad y, por lo tanto, completamente explotada.Tendemos a percibir la vida en términos de rendimiento, y entendemos la inactividad como un déficit, pero, en realidad, esta no es una negación ni una mera ausencia de actividad sino, al contrario, una interesante capacidad independiente. Byung-Chul Han rastrea los beneficios, el esplendor y la magia de la ociosidad y diseña una nueva forma de vida, una con la que afrontar la crisis actual de nuestra sociedad y frena la explotación de la naturaleza y de nosotros mismos.