En un pequeño pueblo a las orillas del Vístula, Elzibieta lleva una vida ordenada y monótona. Una vida marcada igualmente por la sucesión de los ciclos naturales y las convenciones sociales. En ese mundo autoconcluso y cerrado la llegada de un poeta desde Varsovia abrirá una grieta que no dejará de ensancharse hasta el inesperado desenlace.
Primera obra traducida al castellano de Kornel Filipowicz, uno de los autores más fascinantes de las letras polacas.