"Reflexiones contra la religión" es un breve texto de 1906, de los considerados malditos, que no fue publicado hasta 1963 -más de cincuenta años después de la muerte de Mark Twain-, ya que su hija Clara siempre se opuso a ello. Aquel año, ya vieja y enferma, aceptó que se publicara junto a otros textos inéditos de su padre.
Es ésta una obra apasionada sobre la naturaleza y el carácter de Dios, la sinrazón y la pobreza inventiva de la Biblia. Mark Twain no duda en afirmar: los actos de Dios revelan su naturaleza -injusta, avarienta, despiadada y vengativa-; la creación del Infierno es su prodigioso crimen; detestaríamos y denunciaríamos a un padre terrenal que infligiera a su hijo la milésima parte de los dolores y miserias que Él dispensa a sus hijos cada día.
Dios es fuente de toda misericordia, pero no hay un solo caso en la historia en que Él haya mostrado tal virtud...