Al país de las pompas llega un ser diferente y extraño como caído del cielo. Las relaciones que se establecen con la naturaleza como espectador mudo, dan vida a esta historia. Una lección de vida, la de fijarnos en lo que nos une, en lugar de en aquello que nos separa y la de cómo aprovechar las oportunidades que se nos presentan, contemplando las dificultades como desafíos y no como problemas. Lo hace a través de la mirada de un puerco espín, Pinchiño y de una pompa de jabón, Perica, que a pesar de sus diferencias, a priori insalvables, encuentran la manera de poder compartir un maravilloso día de sus vidas juntos, suponiendo para ambos, algo inolvidable.