El mundo del soldado mercenario-que fascinó a Frederick Forsyth ya desde que escribiera sus reportajes sobre la guerra de Biafra- constituye el telón de fondo de la tercera gran novela de este autor. El autor nos lleva desde París a Ostende y Marsella, donde son reclutados los mercenarios; de Berna a Brujas, donde se montan las operaciones financieras; de Alemania a Italia, Grecia y Yugoslavia, donde se compran las armas...