Poesía pulmonar. La poesía no nació para ser analizada. La poesía nació, sigue naciendo, para ser transmitida como una arrolladora catarata de sentimientos y emociones más que de pensamientos. Este libro lo confirma. He conocido y tratado pocos creadores tan auténticos, inteligentes, imaginativos y entrañables como Josema Carrasco. Josema es la transparencia. Amable, llano, sincero, directo. Salvajemente tierno, una apisonadora de cariño. Frágil por fuera, resistente por dentro. Una fuerza que se expresa plástica, gestual, poéticamente. Genio, molestamente modesto, del cómic. Josema traduce en estos poemas su imaginario visual (o gráfico, de tremendas líneas vitales) y auditivo (o musical, recorrido por un río de vitamínico jazz). Poesía hedonista, antidepresiva, de feroz confidencialidad coloquial («He escrito con sangre en el espejo»). Poesía como visión solar para no recordar el olvido.
