En el sistema digestivo se halla nuestro segundo cerebro. La estructura de las neuronas digestivas es totalmente idéntica a la de las neuronas cerebrales y tienen la capacidad de liberar los mismos neurotransmisores, hormonas y moléculas químicas.
Si nos alimentamos bien, variado y con un aporte proporcional de todos los nutrientes nuestro segundo cerebro nos responde con una sensación de bienestar, un buen suministro de energía, vitalidad y optimismo.