Como maestro de la novela breve y el relato, Aira define su ficción como "ensayos disfrazados de novelas". Este compilatorio ensayístico trata: la forma y el contenido narrayivo, el proceso de creación y la función de la literatura. En "Evasión", rompe una lanza a favor de la novela de entretenimiento de Stevenson, y elogia el "dicurso breve", la "inutilidad" placentera de la literatura. Sigue con un excelente ensayo donde rastrea el procedimiento creativo de Raymond Roussel, para analizar luego la "genialidad" de Dalí y finalizar con un texto dedicado al ensayo y su tema.