Bruno, niño guardián de la vida, protege en su refugio sagrado la flora y fauna que el mundo amenaza, mientras un dragón iracundo despierta la furia de la naturaleza herida.
Entre acuarelas suaves, colores vibrantes y personajes que recuerdan la magia del dios Pan y los dibujos de Miyazaki, este álbum nos presenta una historia filosófica y ecológica y nos invita a escuchar el murmullo del bosque que ya no canta, a tejer lazos con todos los seres vivos y a resistir unidos ante la catástrofe.