No es difícil dominar el arte de perder:
tantas cosas parecen llenas del propósito de ser perdidas,
que su pérdida no es ningún desastre.
[...]
Incluso habiéndote perdido a ti (tu voz bromeando, un gesto
que amo) no habré mentido. Por supuesto,
no es difícil dominar el arte de perder, por más que a veces
pueda parecernos (¡escríbelo!) un desastre.
Una figura clave de la poesía norteamericana del siglo XX.
Elizabeth Bishop fue una incansable viajera, una mujer independiente que llevó su libertad hasta sus últimas consecuencias, tambiñen creativas. Durante años su obra fue despreciada por los críticos literarios: detrás de la aparente sencillez con la que revestía sus textos se escondía un calado intelectual que muchos de sus contemporáneos no supieron valorar. Lúcida, precisa, rigutosa, retraída y atrevida, Bishop nos abre las puertas a su particular mundo, a caballo entre distintos países, hogares y obsesiones.