Julius Grace falleció en 1940, durante la evacuación de las tropas aliadas en Dunkerque. Veinte años después, su figura sigue teniendo una presencia decisiva en la vida de su familia. Emma, la hija menor trabaja en el mundo editorial y no muestra interés alguno en el matrimonio. Por el contrario, Cressida, la mayor, está demasiado ocupada con sus amantes, a menudo casados, para centrarse en su carrera como pianista. Mientras tanto, Esme, la viuda de Julius, esquiva la soledad entregándose a las rutinas domésticas y al cuidado de su jardín. Y luego está Felix King, examante de Esme, a quien abandonó tras la muerte de su marido. La reunión de todos ellos durante un fin de semana en Sussex detonará de improviso una serie de revelaciones, secretos y confesiones, que irán desvelando, por fin, la verdad sobre Julius...
En esta magnífica novela, llena de sensualidad y delicada ironía, la autora de las Crónicas de los Cazalet logra un magistral equilibrio entre la tragedia y la comedia de costumbres, con toda la elegancia, el ingenio y el talento a los que su prosa nos tiene acostumbrados.