¿Habrá viaje más apasionante e intenso que el de educar a nuestros hijos?
Su aprendizaje es constante, pero el nuestro, como padres, también. Tengo la inmensa suerte de dedicarme a lo que realmente me apasiona: la infancia, los niños, la salud y la ciencia. Además, con mi propia maternidad he aprendido a ponerme en los zapatos de tantas y tantas familias que pasan a diario por mis manos que ya no concibo mi vida sin niños a mi alrededor. Me despierto con niños, trabajo con niños, meriendo y ceno con niños y muchas noches, hasta duermo con niños, mis hijos.
En este viaje maravilloso, viajamos todos en el mismo barco. Compartimos las mismas alegrías, las mismas penas, los mismos miedos: la enfermedad, la fiebre, las vacunas, la alimentación infantil, el sueño y ¿cómo no? la educación en la diversidad, en el respeto al prójimo y en el amor. De todo ello hablaremos en esta serie de cuentos de mano de la pequeña y maravillosa Lola.
Educar a nuestros hijos probablemente sea la responsabilidad más grande que tengamos en esta vida, transmitir nuestros aprendizajes a nuestros hijos, lo más difícil… pero ahí está el reto. ¿Estás preparado? ¡Empezamos!